sábado, 18 de julio de 2020

Incendio en la Catedral de Nantes

Hoy nos han sorprendido las imágenes de un incendio en la Catedral de Nantes. Rápidamente, nos vienen a la memoria las imágenes de Notre Dame de Paris ardiendo en abril de 2019. El daño que el incendio ha causado en la Catedral de Nantes aún no se ha calculado. Tristemente, el voraz incendio ha arrasado el órgano, ubicado en los pies de la catedral, sobre la puerta de acceso. Este órgano se construyó en 1621, por Jaques Girardet. El proyecto original presentaba un órgano de madera, que se fue ampliando con el paso de los siglos. En 1768, sufre la primera reforma. En 1780, llegará la más importante de sus remodelaciones, que ampliará el instrumento de forma notoria.
Con las últimas décadas del siglo XVIII llegó la Revolución Francesa, que durante su etapa más radical, cargó contra las iglesias. El imponente aspecto del órgano de Nantes le sirvió para salvarse y quedar en su lugar, pues los revolucionarios consideraron que el órgano sería un elemento ornamental en el nuevo uso que darían al templo.
A mediados del siglo XIX, el instrumento necesita una reforma que llega en 1868.
Tras esta restauración, el órgano siguió funcionando.
El 16 de septiembre de 1943, en plena II Guerra Mundial, la Catedral de Nantes es bombardeada. El órgano sufre daños y tiene que restaurarse. En 1971, vuelve a su uso. Un año después, la catedral de Nantes vuelve a arder y de nuevo, el órgano se salva.
La restauración se prolongó en el tiempo y la catedral se volvió a abrir 13 años después.
Hoy, 18 de julio de 2020, un incendio ha arrasado por completo el órgano de la Catedral de Nantes y ha destruido el rosetón. La estructura en la que una vez estuvo el órgano, amenaza con caerse.
El órgano de Nantes contaba con dos cuerpos, uno más adelantado, contaba con dos cuerpos de tubas, sepados por uno central, cilíndrico y enmarcado por dos laterales de igual forma. Detrás, contaba con cuatro cuerpos, separados de nuevo por cilindros que se remataban con cuidados detalles de madera. El central se remataba con un reloj de números romanos. Esta estructura se sostenía en los laterales con dos atlantes y un friso de madera.